Consulto ese día las novedades que hemos adquirido en nuestra biblioteca de centro. Veo: "Corazón de napalm". Digo: Qué título más pretencioso, qué imagen más manida ( sí, el corazón explota a veces, como siempre lo hace- desgraciadamente- el napalm- para eso dicen que lo fabrican).
Mi amiga y compañera Juana ( después de pedirle su consejo ), me dice que me interne en sus páginas. Su criterio me es fiable.
Y, ahora, un martes cualquiera de cualquier semana termino de leerla. Fácil es su lectura; digerible su prosa; su trama clásica...
Fede es un chico adolescente, hijo de una pareja atípica ( El Chino y Carmen ) que acabará separándose ( cuestión hoy típica). Es atormentado, desidioso y arrojado. En la nueva casa que comparte con su padre y su madrasta ( El Chino y Natalia) no se encuentra y decide marcharse...Aquí me detengo.
Marta, por su parte, es una chica de clase media, pintora, soñadora y, en el fondo, fuertemente cohibida por una moral católica de la que no logra desprenderse. Juega en su juventud a unos dados que no son otros que la suplantación. Le gusta lo apócrifo, lo falso: unas veces por interés y otras por narcisismo. Su historia es bien compleja...
Y ¿qué sucede? Pues...algo esperable. Las vidas de ambos se entrecruzan, como podrían entrecruzarse las dos almas más opuestas. Y es, a partir de entonces, cuando la trama, el argumento y el asunto de nuestra novela se hace interesante. El relato de sus vidas, vistas de manera independiente, apenas puede asemejarse a la historia de personajes que ya hemos visto en anteriores narraciones. Pero, el cruce de las mismas, hace explotar ese corazón que se anuncia en el título. Y la novela comienza a coger ritmo, a entusiasmar, a interesarnos su intriga y argumento... Hasta llegar al final. Un final que, bajo mi modesta opinión, es el que le da valor a nuestro libro.
Como decían de Lola Flores en su primera actuación en Nueva York (" No canta, no baila, pero no dejen de venir a verla", aproximadamente), lo mismo acontece en " Corazón de Napalm. Novela que parece que hemos leído en repetidas ocasiones ( desamor, drogas, celos, egoismo, altruismo, soledad, orgullo...; sin embargo, su final la convierte en una historia que merece la pena leer. Sin ser maestra, es decorosa y bien construida. Desde mi punto de vista, hay mucho Marsé y mucho Mendoza escondido entrelíneas.
martes, 26 de enero de 2010
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2 comentarios:
He entrado al blog en busca de sugerencias de lectura y me he encontrado con esta crítica. Casualmente acabo de terminar de leerlo, prestado por un amigo. Me ha gustado, aunque me resulta un libro inusual, de esos que están llenos de aciertos y de desaciertos que te enganchan. Entre los primeros están el ritmo de la novela y el sorprendente final, entre los segundos la escasa credibilidad del personaje de Marta, no me creo su reacción ante el secreto de Juan.Me recuerda a una novela de Niccolo Ammaniti "Ti prendo e ti porto via" ( traducida "Te llevaré conmigo") donde la vida del protagonista adolescente está también destrozada por un terrible suceso indeseado e inconsciente de esa etapa. Ambos libros coinciden en un reflejo de la adolescencia problemática muy acertado.
Maite Baena
Inicialmente me pareció un libro un poco aburrido, con descripciones que algunas veces se salen del contexto y terminan siendo tediosas. Del final era de esperarse que las vidas se entrecruzaran, aunque causa sorpresa, que los tiempos de narración hayan sido diferentes y que Juan sea el mismo Fede. Muy vago que todo quede solucionado a punta de suicidios, cuando se supone que Juan defendía la vida de los adolescentes emproblemados, él no pudo defender su propia vida. El libro solo se hace intrigante en los dos últimos capítulos, a los cuales se llega por la incapacidad de dejar abandonado un libro.
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