lunes, 24 de noviembre de 2008

LOS DETECTIVES SALVAJES, de Roberto Bolaño




Recordaba el rostro de Roberto Bolaño (Chile, 1953 – Barcelona, 2003) -¡sus gafas son inconfundibles¡- de haberlo visto en alguna revista literaria. Cuando vi su libro, Los Detectives Salvajes, en la Biblioteca del centro, me lo llevé sin saber qué me encontraría.
No me equivoqué con la elección. Me encantó
El libro trata de la búsqueda. Búsqueda de sí mismo del joven poeta narrador. Búsqueda de la identidad y liderazgo de un grupo literario. Búsqueda por parte del lector para ver lo que pasará a sus protagonistas. Y al final, nada. No sabremos qué pasará con el joven poeta, ni el grupo encontrará su identidad y los lectores nos quedamos con un poco de desolación porque todo parece haber salido mal. Bueno, casi todo, uno de los protagonistas de la novela es el poeta Belano, trasunto de Bolaño, que, aunque murió bastante joven, consiguió seguir escribiendo y vivir de ello después de haber desempeñado los trabajos más variopintos y haber vivido en mil sitios.
La novela está dividida en tres partes. En la primera, un joven poeta con ansias de ubicarse en algún sitio, nos va contando, a través de su diario, sus andanzas con los “realvisceralistas”, grupo poético vanguardista. Aunque la acción transcurre en México DF, la imagen del grupo, su forma de vida, sus ideas, recuerdan mucho las que había en nuestro país en la misma época (años 70 y 80); sobre todo en lo que se refiere a jóvenes poetas, profesionales de la heterodoxia y la rebeldía. Los líderes del grupo,Arturo Belano y Ulises Lima, se proponen la búsqueda de Cesárea Tinarejo, la poeta fundadora. Termina esta primera parte con el principio del viaje en busca de Cesárea.
La segunda parte cambia el punto de vista y el autor nos presenta transcripciones de testigos que tuvieron algo que ver en algún momento con los poetas desaparecidos. La trama deambula ahora por medio mundo y se alarga desde 1976 hasta 1996. Esta parte es magnífica; va haciendo crecer la intriga y suspense en el lector y además nos presenta un fresco de personajes-testigos , descritos con gran inteligencia, precisión y sentido del humor.
La última parte retoma los diarios de la primera y sigue el orden cronológico interrumpido. Sabremos entonces parte de lo ocurrido a los buscadores de Cesárea Tinajero y el melodramático final que ésta sufre. Todo queda inacabado, incluso se nos plantea un juego al que le falta la respuesta.
¿Quiénes son los detectives salvajes? Al principio creemos que son los poetas en busca de su fundadora, después parece ser la policía, los investigadores o los amigos en busca de los desaparecidos; pero poco a poco somos los lectores los que nos convertimos en los detectives en busca de no se sabe qué.

2 comentarios:

José Mª dijo...

Juana, buen comentario; bienvenida al grupo de los "chismosos" literarios.

BIBLIORIOS dijo...

Una crítica profunda y que me ha dejado la duda sobre si debo leerlo.
Bienvenida, Juana.