miércoles, 12 de noviembre de 2014

LAS MENINAS.



LAS MENINAS.
GUIÓN: SANTIAGO GARCÍA
ILUSTRACIÓN: JAVIER OLIVARES
EDITORIA: ASTIBERRI
¿Cuál es el secreto de Las Meninas? Michel Foucault, filósofo francés del siglo XX, fue uno de los muchos pensadores que reflexionó sobre el cuadro de Velázquez en su libro “Las palabras y las cosas” y se fascinó por esta pintura que podemos ver en el Museo del Prado.
Este magnífico cómic nos muestra la historia de cómo se pintó el cuadro de la mano de uno de los mayores artistas de la historia occidental y cómo se fue gestando la idea a lo largo de la enigmática vida de Velázquez.  Santiago García narra impecablemente la historia jugando con saltos en el tiempo en la vida de Velázquez y con diferentes épocas históricas y personajes históricos que tienen relación con la obra del artista sevillano. Además el cómic tiene una  gran labor de documentación histórica  y  personalmente me ha sorprendido saber que el cuadro de Las Meninas fue llamado así en el siglo XIX  por “una cuestión de marketing”.
Es un excelente cómic para la asignatura de Historia y poder enseñar a los alumnos el siglo XVII y el reinado de Felipe IV relacionando  la Historia con el arte y, evidentemente,  para Historia del Arte, no solo por el conocimiento de la obra de Velázquez y los artistas del siglo XVII, por ejemplo Rubens, sino también por la influencia que ha tenido su obra en artistas posteriores como Picasso y Dalí. 

miércoles, 29 de octubre de 2014

EPICURUS, EL SABIO



EPICURUS, EL SABIO. UNA VISITA AL HADES.
GUIÓN: WILLIAM MESSNER-LOEBS
ILUSTRACIONES: SAM KIETH
Epicuro es una figura emblemática en la historia de la filosofía. Este filósofo que vivió en el siglo IV-III a. C. ha pasado a la historia como el padre del hedonismo y su filosofía nos ayuda a buscar la felicidad y la buena vida en el placer y la ausencia de dolor.  Este cómic propone una aproximación a su filosofía, a toda la filosofía griega y además, en este volumen, hace referencia a la mitología griega.
Epicurus, el sabio  (volumen 1) comienza con el mito de Perséfone y narra una historia donde aparecen todos  los filósofos clásicos en la Atenas del siglo V a. C. Con un humor cínico William Messner-Loebs pasa  por todos los pensadores clásicos, desde Sócrates hasta Epicuro pasando por Platón y Aristóteles y muestra sus principios filosóficos fundamentales mientras hila una trama alrededor del rapto de Perséfone por Hades. Epicuro tendrá que solucionar, como un investigador privado contratado por Perícles, el caso del secuestro de Perséfone, y así evitar el dolor de su madre Démeter que provoca que en pleno mes de agosto esté nevando en Atenas y la tierra sea una bola de frío glacial.
En este cómic publicado en el año 1989, Sam Kieth demuestra su virtuosismo en el dibujo que lo llevó a la fama con el cómic Sadman. Sus ilustraciones de Epicuro y Alejandro Magno por ejemplo (al que Epicuro llama cariñosamente Alex porque en la historia es un niño de diez años educado por Aristóteles) además  del color que utiliza, recuerdan mucho al mítico cómic de Neil Gaiman.
Epicurus, el sabio (volumen 1) es un cómic fantástico para aquellas personas que quieran reírse de los filósofos, aprender algo sobre las ideas básicas de los pensadores griegos  y pasar un buen rato con los dibujos de Sam Kieth.

miércoles, 22 de octubre de 2014

CRÓNICAS DE JERUSALÉN. GUY DELISLE



CRÓNICAS DE JERUSALÉN
GUY DELISLE
Viajar es fundamental para educarse y relativizar nuestra visión del mundo. Cuando viajo siempre tengo presente que olvidaré muchas de las cosas que veo, pero hay lugares que recordaré por mucho tiempo. Estos lugares siempre están asociados a una historia. Crónicas de Jerusalén nos cuenta la historia autobiográfica de Guy Delisle durante un año en Jerusalén. La fuerza de este cómic reside en la capacidad de llevarnos a una ciudad que posiblemente no visitaremos, y mostrarnos la vida que se respira entre ciudadanos musulmanes, judíos, cristianos y armenios.
Guy Delisle narra su estancia durante un año en Jerusalén con su esposa Nadége y sus dos hijos. Mientras su esposa trabaja para Médicos Sin Fronteras, él se encarga de la vida familiar. En sus ratos libres, pasea dibujando los lugares más bellos y extraños de una ciudad sagrada para las tres religiones monoteístas. En su año de estancia en Israel muestra lúcidamente las causas del conflicto palestino-israelí, los asentamientos de colonos israelíes en suelo palestino, el contraste entre la vida de los ciudadanos de Tel Aviv, Hebrón y Jerusalén.
Con un dibujo aparentemente simple, sencillo y un color azul oscuro y pastel, Guy Deslisle se deja llevar por los detalles en espléndidos dibujos de las calles, plazas, mercados y parques de la ciudad de Jerusalén y, sobre todo, de los monumentos sagrados de esta ciudad.
Con un guión bien narrado, que juega bastante con la voz en off, el cómic tiene ritmo y no se hace aburrido ni pesado, aunque la temática nos pueda llevar a creer que va a ser densa por el hecho de tratar conflictos políticos o religiosos. Guy Delisle va jugando con la experiencia personal para contar temas autobiográficos, pero analizando la forma de ser y las creencias de las personas que conviven en esa zona de Oriente Próximo. Es un magnifico cómic para entender el conflicto palestino-israelí y para conocer la vida que llevan las personas en Jerusalén. Es un cómic fantástico para leer en las asignaturas de Religión y Ética.
Leyendo Crónicas de Jerusalén he recordado la idea de que solo recuerdo de mis viajes aquello que está unido a una historia y, quizá, gracias a Guy Deslisle haya conocido aspectos de Jerusalén, una ciudad que nunca visitaré, por haber leído su  historia.

jueves, 6 de marzo de 2014

HA MUERTO LEOPOLDO MARÍA PANERO

Sí, hoy ha muerto Leopoldo María, ese loco desdentado que ¿asustaba? con la mirada o..¿quizá inquietaba?; porque detrás de sus ojos se escondían nuestras verdades y nuestras mentiras, nuestros sonrojos y nuestros miedos, nuestras miserias y nuestras jactancias, nuestros recuerdos aparcados en la acera por miedo a que nos sirvan de compañía o nuestros logros terrenales inútiles, nuestros lloros y nuestras fiestas, nuestra podredumbre y toda la basura humana...y muchas cosas más.
Sirva de homenaje este duro y tierno poema dedicado a su padre. ¡Aprendan señores cuerdos!


And fish to catch regeneration.
Samuel Butler, Pescador de muertos.
Solos tú y yo, e irremediablemente
unidos por la muerte: torturados aún por
fantasmas que dejamos con torpeza
arañarnos el cuerpo y luchar por los despojos
del sudario, pero ambos muertos, y seguros
de nuestra muerte; dejando al espectro proseguir en vano
con el turbio negocio de los datos: mudo,
el cuerpo, ese impostor en el retrato, y los dos siguiendo
ese otro juego del alma que ya a nada responde,
que lucha con su sombra en el espejo-solos,
caídos frente a él y viendo
detrás del cristal la vida como lluvia, tras del cristal asombrados
por los demás, por aquellos Vous etes combien? que nos sobreviven
y dicen conocernos, y nos llaman
por nuestro nombre grotesco, ¡ah el sórdido, el
viscoso templo de lo humano!
Y sin embargo
solos los dos, y unidos por el frío
que apenas roza brillante envoltura
solos los dos en esta pausa
eterna del tiempo que nada sabe ni quiere, pero dura
como la piedra, solos los dos, y amándonos
sobre el lecho de la pausa, como se aman
los muertos
«amó», dijiste, autorizado por la muerte
porque sabías de ti como de una tercera persona
bebió dijiste, porque Dios estaba (Pound dixit)
en tu vaso de whiski
amo bebió, dijiste, pero ahora espera
¿espera? y en efecto la resurrección
desde un cristal inválido te avisa
que con armas nuestra muerte florece
para ti que sólo
sabías de la muerte. Aquí
¿debajo o por encima?
de esta piedra
tú que doraste la sobrenatural dureza y el
dolor sobrenatural de los edificios desnudos
¿en qué perspectiva
dime acoger la muerte?
en la mesa de disección
tú que danzaste
enloquecido en la plaza desierta
tropezando
hiriéndote las manos en el trapecio del silencio
en pie contra las hojas muertas que
se adherían a tu cuerpo, y contra la hiedra que tapaba
obsesivamente tu boca hinchada de borracho,
danzas, danzaste
sin espacio, caído, pero
no quiero errar en la mitología
de ese nombre del padre que a todos nos falta,
porque somos tan sólo hermanos de una invasión de lo imposible
y tus pasos repiten el eco de los míos en un largo
corredor donde
retrocedo infatigable, sin
jamás moverme
¡ah los hermanos, los hermanos invisibles que florecen,
en el Terror! ¡Ah los hermanos, los hermanos que se defienden
inútilmente de la luz del mundo con las manos,
que se guardan del mundo por el Miedo, y cultivan en la sombra
de su huerto nefasto la amenaza de lo eterno, en
el ruin mundo de los vivos! ¡Ah los hermanos,
Y el ave,
el ave que vuela sobre el mundo en llamas, diciendo solo
a los mortales que se agitan debajo, diciendo
solo: ABISMO, ABISMO!
Abismo, sí, tibia guarida
de nuestro amor de hermanos, padre.
¡Pero tan solos!
¡Tan solos! Fantasmas que hace visible la hiedra
como hiedramerlín como niñadecabezacortada como
mujermurciélago la niña que ya es árbol
crecen hojas
en la foto, y un florecer te arranca
de los labios caníbales de nuestra madre Muerte, madre
de nuestro rezo
florecen los muertos florecen
unidos acaso por el sudor helado
muerto de muchas cabezas hambrientas de los vivos
te esperamos ave, ave nacida
de la cabeza que explotó al crepúsculo
ave dibujada en la piedra y llena
de lo posible de la dulzura, de su sabor
ajeno que es más que la vida, de su crueldad
que es más que la vida
¡ira
de la piedra, ira que a la realidad insulta,
que apalea
a la cabaña torpe de la mentira con verbos
que no son, resplandecen, ira
suprema de lo mudo!
(te esperamos
en la delgada orilla de lo que cae, en el prado
nocturno que atraviesan lentos
los elefantes
percibís el frío
la
conspiración de las algas,
gelatina, escamas, mano
que sobresale de la tumba
manos que surgen de la tierra como tallos
surcos arados por la muerte,
cabezas de ahorcados que echan flor:
decapitados que dialogan
a la luz decreciente de las velas,
¡oh quién nos traerá la rima
la música, el sonido que rompa la campana
de la asfixia, y el cristal borroso
de lo posible, la música del beso!
De ese beso, final, padre, en que desaparezcan
de un soplo nuestras sombras, para
asidos de ese metro imposible y feroz, quedarnos
a salvo de los hombres para siempre,
solos yo y tú, mi amada,
aquí, bajo esta piedra.
  (Poema extraído de un artículo escrito por Manuel LLorente en  EL MUNDO el 6-03-2014)
* La introducción es de José María Santos Blanes