jueves, 2 de octubre de 2008

EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO. VICTOR FRANKL




De los libros que he leído este verano me ha gustado bastante el de Viktor Frankl, “El hombre en busca de sentido” (editorial Herder). Lo recomiendo para alumnos de Bachillerato y adultos. Este libro tiene dos partes.
En la primera aparece una narración “histórica” y “autobiográfica” en la que el autor escribe sobre los años que estuvo en los campos de concentración o exterminio del nazismo, todo ello desde la mirada de un médico psiquiatra que intenta comprender la respuesta humana, la suya propia y la de otros prisioneros, en unas condiciones extremas de supervivencia. Sin entrar en detalles, el autor logra que el lector sienta el sufrimiento humano en aquella barbarie.
En la segunda parte Frankl describe los conceptos fundamentales de la Logoterapia, una psicoterapia que aborda los problemas psicológicos desde la idea de que en el fondo de muchos de esos trastornos lo que hay es un vacío existencial o falta de sentido de la vida y que por tanto de lo que se trata es de que el hombre sea capaz de buscar sentido a su vida, un sentido no en abstracto, sino en pequeñas metas concretas que nos mantengan en pie. Frankl cree que los que eran capaces de buscar algún sentido a su vida en las condiciones extremas de los campos de concentración, por “pequeño” que fuera ese sentido (ver a un ser querido), tuvieron más posibilidades propias de supervivencia. La falta de sentido y el vacío existencial facilitaron el hundimiento personal, la derrota ante la vida y la aparición de la enfermedad. Quien no encuentra ningún sentido a su vida se entrega a la muerte. El autor comparte la idea de Nietzsche de que “El que tiene un porqué para vivir puede soportar casi cualquier cómo”.
Frankl también hace una crítica de la psiquiatría que prioriza la técnica de curación del enfermo mental pensando que se trata de un mecanismo psicológico dañado y que hay que arreglar. El propone una psiquiatría rehumanizada que considere que detrás del enfermo hay un ser humano al que hay que tratar como tal, con todas sus posibilidades de libertad y responsabilidad.

Bartolomé Miranda Jurado (profesor de Filosofía)

1 comentario:

Ana Carmen dijo...

Entendido...el placer de redescubrir , digamos por ejemplo, el placer de saludar ( dar la salud, camarada) con entusiasmo ...gracias por el regalito