“CÓMO ME CONVERTÍ EN UN ESTÚPIDO”
(Martin Page)
Este libro presenta a un joven (Antoine) que vive agobiado por su propia conciencia sobre los problemas y los sufrimientos humanos, por ejemplo, él no compra prendas fabricadas por empresas que utilizan mano de obra infantil. Siempre está preocupado con problemas que a veces, le son ajenos, pero a los que no puede eludir. Su sensibilidad, lucidez e inteligencia no le procuran ninguna satisfacción y son un obstáculo para su felicidad. ¿Sería mejor no pensar?
Para salir de esa situación, para ser un inconsciente y dejar de sufrir, intenta hacerse alcohólico, pero fracasa. Después quiere suicidarse, hace un cursillo hilarante para suicidas, pero desiste. Antoine busca en vano medios más extremos, pero tal vez solo se trate de integrarse un poco en la sociedad, de ser como esa mayoría que no sufre por los problemas ajenos, que piensa en acumular cosas y dinero, que parece feliz viendo la televisión o acudiendo a un partido de fútbol, en definitiva, siendo un estúpido más, una persona torpe para comprender las cosas, o una persona que piensa poco. Cuando toma esa decisión se abre ante él un nuevo camino lleno de rocambolescas situaciones y contradicciones que tampoco terminan de hacerle feliz porque la consciencia vuelve de vez en cuando para recordarle que puede pensar.
Es un libro interesante aunque no me gusta mucho el principio, es algo aburrido, ni el final, que es un poco “raro”. Me gustan los capítulos intermedios que es donde aparece bien dibujada la imagen de la estupidez que abunda en las sociedades modernas de consumo y que es promocionada por los núcleos de poder mediante distintas vías como la cultura, los medios de comunicación, la publicidad y el ocio.
Bartolomé Miranda Jurado (profesor de Filosofía)
Este libro presenta a un joven (Antoine) que vive agobiado por su propia conciencia sobre los problemas y los sufrimientos humanos, por ejemplo, él no compra prendas fabricadas por empresas que utilizan mano de obra infantil. Siempre está preocupado con problemas que a veces, le son ajenos, pero a los que no puede eludir. Su sensibilidad, lucidez e inteligencia no le procuran ninguna satisfacción y son un obstáculo para su felicidad. ¿Sería mejor no pensar?
Para salir de esa situación, para ser un inconsciente y dejar de sufrir, intenta hacerse alcohólico, pero fracasa. Después quiere suicidarse, hace un cursillo hilarante para suicidas, pero desiste. Antoine busca en vano medios más extremos, pero tal vez solo se trate de integrarse un poco en la sociedad, de ser como esa mayoría que no sufre por los problemas ajenos, que piensa en acumular cosas y dinero, que parece feliz viendo la televisión o acudiendo a un partido de fútbol, en definitiva, siendo un estúpido más, una persona torpe para comprender las cosas, o una persona que piensa poco. Cuando toma esa decisión se abre ante él un nuevo camino lleno de rocambolescas situaciones y contradicciones que tampoco terminan de hacerle feliz porque la consciencia vuelve de vez en cuando para recordarle que puede pensar.
Es un libro interesante aunque no me gusta mucho el principio, es algo aburrido, ni el final, que es un poco “raro”. Me gustan los capítulos intermedios que es donde aparece bien dibujada la imagen de la estupidez que abunda en las sociedades modernas de consumo y que es promocionada por los núcleos de poder mediante distintas vías como la cultura, los medios de comunicación, la publicidad y el ocio.
Bartolomé Miranda Jurado (profesor de Filosofía)
1 comentario:
Y que lo digas Bartolomé. Hay tanto estúpido por ahí suelto que...
Publicar un comentario