Luis García Montero, buscador incansable de la palabra precisa, nos ofrece un texto íntimo y reflexivo utilizando un lenguaje coloquial y reivindicativo sin llegar al realismo total de Roger Wolf.
El título hace alusión a una realidad que sufre -vista cansada- contra la cual, en lugar de cerrar los ojos para aliviar un mal tan común, decide limpiar el cristal del pasado para mirar con transparencia hacia el futuro. A lo largo del trayecto que recorre va asimilando, meditando, sobre cuestiones como la infancia, la política, sus creencias y las de los demás. A lo largo de toda su obra son temas a los que recurre continuamente, pero es en este libro donde recrea su memoria y se delata en cada matiz íntimo. Si no es un libro de memorias, se parece mucho. Es el libro de poemas que más me ha gustado del autor, quizás por esa sensibilidad que comparto hacia un pasado casi común.
Me sorprendió sobre todo un verso que cuando lo leí, pensé que estaba escrito para mí; pertenece al poema "Ciudad Nativa":
" Hay recuerdos y árboles forzados a crecer
como la madera deshojada
de un lápiz de colores"
domingo, 9 de marzo de 2008
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