jueves, 28 de febrero de 2008

La copla andaluza

Durante estos días previos al Día de Andalucía, escogí un libro andalucista para reflexionar acerca de algún aspecto de nuestra cultura. En la biblioteca disponemos de esta antigua colección -Biblioteca de Cultura Andaluza- que recoge importantes títulos sobre andalucismo, algunos difíciles de encontrar de otra forma.
La copla andaluza de Rafael Cansinos Assens es un ensayo que trata el origen y sentido del flamenco como genuina creación de Andalucía. No hay que confundirla, pues, con una obra sobre lo que hoy llamaríamos copla andaluza, música de origen folclórico diferenciada netamente de los palos del flamenco, a pesar de que tanto en las caracterísiticas músico-vocales como en las características estilísticas y culturales muestren ciertas fronteras difusas en algunos casos. Hoy por hoy, sin embargo, parece que cualquiera podría disintiguir un cantante de copla ( o una, puesto que son mayoría femenina) de un cantaor flamenco (que es en realidad a lo que se refiere Rafael Cansinos).
Cansinos -sevillano del barrio de la Alameda, lo cual ya da una pista-, fue un autor andaluz conocido principalmente por su participación en los movimientos de principio de siglo XX, particularmente el Ultraísmo.
En este libro, Cansinos se sitúa en la línea que domina en el estudio flamencológico: escudriña los orígenes históricos posibles, hebraicos, gitanos, árabes y romanos, a los que suma un análisis de su génesis social basándose en el materialismo marxista y el psicoanálisis que lo llevan a la conclusión de que se trata de una manifestación cultural de la sublimación de un sufrimiento ancestral de dominación plasmada en la trágica alegría del flamenco (eterna forma ejemplificadora de la similitud andaluza con el blues negro, por ejemplo). Esta idea racionalizada de raigambre romántica no puede ser más propia de Cansinos Assens y del tópico que justifica la existencia del flamenco -cultura musical y literaria única y extraña en su entorno, sin similitud posible cercana- en una supuesta esencia trágica del pueblo andaluz, un pueblo acostumbrado a sublimar el sufrimiento de diversas maneras y a purgar sus remordimientos con una alegría extraña limítrofe con el quejío.
El libro, producto típico de la época, avanza pues en una idea que moderna en aquel tiempo hoy resulta enquistada en el tópico recurrente. Las propuestas se siguen sin apenas justificación y no dejan de ser opiniones más o menos acertadas del autor que propone sin convencer en un estilo más apologético que analítico.
En suma, una obra con ideas sugerentes pero sin una sola que podamos considerar concluyente.

domingo, 17 de febrero de 2008

Metales pesados


Probablemente sea este libro uno de los que más me impactó cuando lo leí. Me llegó recomendado, y no es una costumbre en mí que lea poesía de esta forma, pero valió la pena. Es un libro que se editó en el año 2001.
Y creedme, no es nada anticuado ni atrasado, es plenamente actual, aunque se lea mucho después de ser editado. En realidad esto pasa en poesía generalmente. La particular forma de escribir de Carlos Marzal, su autor, hizo que buscase desesperadamente todos sus libros para conocer más de cerca su obra y esto me ha pasado con muy pocos autores. Tiene una fórmula poética ágil, un lenguaje original. Pero el hecho de que yo lo recomiende hoy, es que el tema que da título al libro, que en su momento entendí que sólo fué un título original, se ha convertido en objeto de estudio para mí en estos momentos, y he llegado a comprender con más claridad la obra. Creo sinceramente que es uno de los mejores libros de poesía que se pueda leer, y releer. Desde luego deja un buen sabor de boca- o de ojos-.

miércoles, 13 de febrero de 2008

El mundo

La realidad vista desde los ojos de un niño, de un adolescente y de un adulto incrustados a golpes de recuerdos. En este libro, el autor nos lleva de la mano a lo largo de las vivencias más impactantes de su vida. Utiliza un lenguaje simple, con suaves toques de lirismo, muy agradable de leer. Sin duda es el libro que más me ha gustado de Juan José Millás, ya que sus textos suelen entrañar cierta dificultad por lo extraños que resultan- personajes e historias-. Lo recomiendo porque además de que me ha gustado y he disfrutado con él, nos muestra cómo fue una época ya pasada pero que aún recordamos formando parte de nuestra historia más reciente.

Juan José Millás, El mundo. Premio Planeta 2007