Haruki Murakami nos lleva a través de 24 relatos a un viaje vertiginoso en los que el enigma sirve de eje principal acompañado de temas que parecen recurrentes como lo son el amor, la amistad, la soledad, el miedo y la muerte, y que dibujados con su pluma adquieren una dimensión magistral. El ser humano y sus limitaciones, lo cotidiano, lo real, se balancean en cada uno de estos cuentos en un encuentro súbito con lo extraño, la irrealidad, la originalidad -diría yo-.
Con un estilo propio, directo, apetecible -como esos alimentos que no puedes dejar de comer- el autor nos deleita con textos que nos trasmiten un cúmulo de sensaciones y emociones. A mí me ha encantado el libro; es más ,creo que leeré alguno más de su autor. Llevaba tiempo en el que un libro no me entusiasmaba tanto como este, y aunque reconozco que no todos sus cuentos me gustaron de igual manera, el conjunto me ha parecido magnífico.
En el prólogo, Murakami explica el proceso de creación que dio forma a estos relatos, entre ellos están los que formaron parte de una primera edición que se publicó en Japón con el título "Cuentos extraños de Tokio". Todos tienen un tema en común y a veces de un cuento escribe posteriormente una novela, o una vez modificados lo acopla a la novela. (Los gatos antropófagos, en "Tokio blues").
"...mis cuentos y mis novelas se conectan dentro de mí de una manera orgánica, muy natural".
H. Murakami