miércoles, 21 de octubre de 2009

Los hombres que no amaban a las mujeres

Durante 59 semanas me he llevado viendo en el primer puesto de el suplemento que publica el ABC (ABCD, así se llama este) el título que intento reseñar en este blog.
Su autor, del cual lo deconocía todo y aún lo sigo, tuvo mala suerte al no ver publicadas sus novelas en vida. Digo bien sus novelas, porque esta forma parte de una trilogía llamada Millenium, junto a "La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina" y " La reina en el palacio de las corrientes de aire". Estas dos últimas aún no han pasado por mi vista, así que quizá sea un poco pretencioso intentar reseñar la primera de ellas. Pero, Paris dicen que bien vale una misa; y este novelón de corte policíaco, con una gran intriga- aunque primaria, Stieg Larsson no descubre nada nuevo respecto a este género-, sirve de gran entretenimiento para el lector que se lance a su lectura.

Por otra parte, la novela está bien construida, mas me recuerda continuamente a Raymond Chandler ( uno de los grandes maestros de la novela policiaca, con su detective Phillip Marlowe). Aquí el periodista- detective se llama Mikael Blomkvist, codirector de una revista, Millenium, el cual acepta un encargo de una gran familia de poderosos- los Vanger-(más bien de su miembro mayor, Henrik) para que realice una biografía del clan; pero detrás de este sencillo encargo se esconde otra intención. ¿ Cuál? Leánla y lo descubrirán. Apenas se puede hacer alusión a su trama por lo extensa y por el peligro que supondría que se escapase algún detalle que sea esencial para mantener la intriga, y esto sería catastrófico para el lector.

Finalmente, podemos decir que los personajes ( abundantes) son arquetípicos, la manera de narrar los hechos casi lineal. Los acontecimientos se van sucediendo de tal manera que no puedes dejar de devorar sus casi 700 páginas. Ese es su logro. Haber escrito una novela que está al alcance de todo el mundo y para todo el mundo. UN AUTÉNTICO ENTRETENIMIENTO. Pero no más.
Esta es la fórmula de los best seller.

lunes, 12 de octubre de 2009

CONTRA EL FANATISMO


En este pequeño libro de Ed. Siruela aparecen tres conferencias de Amos Oz, escritor judío – israelí, donde aborda el conflicto palestino – israelí. En estos escritos Amos Oz ataca todo tipo de fanatismo, provenga de donde provenga, haciendo una crítica al fanatismo de parte de palestinos y judíos israelíes que ha hecho y hace imposible una solución para este viejo conflicto, una solución que desea una mayoría de palestinos e israelíes, y que no es otra que la paz: que cada parte acepte a la otra desde la idea de que tienen que compartir el territorio, creándose dos estados que se respeten mutuamente, y quizás con el tiempo, quien sabe, esos dos estados podrían formar una unión para colaborar en economía y otros aspectos.
Es un libro interesante por la manera de abordar el conflicto palestino – israelí, presentando una crítica al fanatismo como origen de la violencia y el conflicto social, no sólo en Palestina, sino en otros muchos lugares del mundo que se desangran a consecuencia de los fanatismos.

Bartolomé Miranda Jurado
(profesor de Filosofía)

domingo, 4 de octubre de 2009

Homenaje

La cantante argentina Mercedes Sosa ha fallecido en la madrugada del día de hoy a los 74 años en Buenos Aires a causa de una enfermedad hepática que provocó el deterioro de sus funciones orgánicas.

La Negra Sosa (como la llamaban en su país cariñosamente) se encontraba internada desde el 18 de septiembre en el Sanatorio de la Trinidad y su salud fue empeorando progresivamente en los últimos días.

Había nacido el 9 de julio de 1935 en un hogar humilde de la norteña ciudad de San Miguel de Tucumán, en Argentina. Fue un concurso de radio el que le dio la oportunidad de demostrar sus dotes como cantante. Sólo tenía quince años, pero fueron suficientes para meterse al jurado y al público en el bolsillo y alzarse con el premio gracias a su zamba
Triste estoy.

Precursora junto a su marido, Manuel Óscar Matus, del
Movimiento del Nuevo Cancionero (corriente renovadora del folklore argentino), grabó su primer disco Canciones con fundamento en 1965. Pero sólo era el principio. Un año más tarde EEUU y Europa se rendían a sus pies con Zamba para no morir.

El secretario de Cultura argentino, Jorge Coscia, ha despedido con pesar a Sosa, a la que considera "una de las más trascendentales representantes de la cultura argentina del mundo", mientras el jefe del Gabinete nacional, Aníbal Fernández, ha destacado "su compromiso con la gente y el resto de los que han tenido que luchar y hacer cosas para que la Argentina fuera grande y distinta".


“Se nos está yendo el corazón. Ha sido una compañera inigualable, un privilegio de lucha. Nos dio su ejemplo de lucha para que podamos tener más justicia, más derechos, más democracia. Es un dolor inmenso”, declaró el músico Víctor Heredia, estrecho amigo de
La Negra Sosa."Mercedes fue la voz de quienes no teníamos la posibilidad de decir una enorme cantidad de cosas en la época de la dictadura", subrayó Heredia, al destacar el compromiso social y político de la cantante, que debió exiliarse en Madrid y París durante el régimen.

A lo largo de su carrera como cantante interpretó temas como
Gracias a la vida, de Violeta Parra, Canción con todos, de Armando Tejada Gómez y César Isella, Alfonsina y el mar, de Ariel Ramírez y Félix Luna, y Yo vengo a ofrecer mi corazón, de Fito Páez. Entre las estrellas internacionales que compartieron escenario con la artista figuran Luciano Pavarotti, Sting, Lucio Dalla, Nana Mouskouri, Tania Libertad, Joan Baez, Francis Cabrel, Andrea Bocelli, Silvio Rodríguez, Alfredo Kraus, Pablo Milanés, Milton Nascimento, Caetano Veloso, Chico Buarque, Gal Costa, Konstantin Wecker, Luz Casal, Ismael Serrano y Shakira.

Entre los hitos de su carrera figura haber cantado en la Capilla Sixtina del Vaticano (diciembre de 1994), en un colmado
Carnegie Hall en Nueva York (febrero de 2002) y en el Coliseo de Roma (mayo de 2002) para pedir por la paz en Medio Oriente junto a Ray Charles, entre otros.
Mercedes Sosa había lanzado este año el disco doble Cantora , con duetos con los más reconocidos músicos y cantantes de la escena iberoamericana como Joan Manuel Serrat, Caetano Veloso, Shakira, Gustavo Cerati, Charly García, Calle 13 y Joaquín Sabina. La cantante, sin embargo, no pudo hacer una presentación oficial de esta obra debido a los problemas de salud que ya comenzaban a complicarse.

Cantora 1
fue nominado como mejor álbum del año y mejor álbum de folklore para los premios Grammy latinos.

Sus restos están siendo velados en el
Salón de los Pasos Perdidos en el Congreso argentino.

Sus familiares han homenajeado a Sosa con las palabras de la cantante y compositora Teresa Parodi:


“…Mercedes, salmo en los labios
amorosa madre amada
mujer de América herida
tu canción nos pone alas y hace que la patria toda
menudita y desolada no se muera todavía,
no se muera porque siempre cantarás en nuestras almas…”




Página web oficial de Mercedes Sosa

viernes, 25 de septiembre de 2009

Les élèves

jueves, 24 de septiembre de 2009

Le 26 septembre

Le 26 septembre on célèbre la Journée européenne des langues. Voilà une écoute: la manière de dire bonjour en différentes langues. Bon voyage linguistique! Bonjour, hello, hola, ciao,...

jueves, 3 de septiembre de 2009

La grippe A

Comment se protéger contre la pandémie?

miércoles, 29 de julio de 2009

Tokio blues: Murakami plagia a Murakami

Todos los escritores tienen su estilo, sus obsesiones. Murakami no, Murakami se plagia en esta novela a sí mismo directamente. No es ya un estilo, una obsesión lo que encontramos en Tokio blues -que también puede verse en otras obras suyas, como en Al sur de la frontera, al oeste del sol-, sino una repetición recompuesta, corregida y aumentada del libro de cuentos Sauce ciego, mujer dormida.
Para mí, que leí los libros en este orden (libro de cuentos, novela) fue una sorpresa poco agradable, que más que valorar como un detalle de creatividad, me dejó tedio de aburrimiento. La culpa fue mía porque leí las dos obras seguidas y además me salté la introducción del propio autor, que juzgué previamente como superflua, donde justamente él mismo anunciaba que había tomado cuentos de su libro y los había metido en la novela.
La introducción de los cuentos no se hace como lo haría Cervantes o Irving, conservando su independencia, ni como lo haría Galdós, dando nueva perspectiva a los mismos personajes en distintas novelas. No, qué va, se trata simplemente de que en algunas partes de la novela aparecen fragmentos seguidos que son cuentos copiados literalmente con algún cambio menor si acaso. Murakami se preocupa de que la inserción resulte natural mencionando algún personaje del cuento más adelante en la trama de la novela, como para diluir la mezcla, pero para quien los detecta no pasa de ser un remiendo que suspende por un momento la credulidad del lector poniendo en primer plano la técnica del escritor, que no parece demasiado cuidada, por otra parte.
La técnica, sin embargo, no es nueva: se trata de una forma de creación muy antigua que podíamos entroncar directamente con la literatura popular y tradicional. Técnicas de este tipo encontramos en El Lazarillo, por poner un caso, o en El Libro de Buen Amor y me llevan a abundar en una conclusión que he extraido sobre este autor: Murakami es esencialmente un buen narrador tradicional, pero no un buen escritor. Aclararé antes de nada que no considero una virtud -la de escritor- superior a otra -la de narrador-, sino que para mí constituyen dos virtudes necesarias para la excelencia narrativa que generalmente no están presentes en todos los autores en la misma proporción.
Creo que esta habilidad narrativa popular de Murakami es la esencia de su éxito. Cuenta las cosas estupendamente, nada más (y nada menos), aunque no es un escritor deslumbrante. Ciertamente, hay escritores deslumbrantes, como Muñoz Molina capaces de aburrir a una hiena. Escriben bien, demasiado bien, pero no tienen talento narrativo (popular). Murakami escribe aceptablemente (dentro de lo que yo puedo apreciar dado que no lo leo en japonés original precisamente), pero sabe contar las historias tremendamente bien; hipnotiza con su lengua escrita a pesar de que delata una sabiduría oral completa. Muchas historias están insertadas en los diálogos, y su narrador preferido es el de primera persona, así que no es arriesgado decir que estamos ante un narrador que ha sabido escribir en el tránsito del siglo XX al XXI utilizando las técnicas de la narración tradicional oral.
Claro que es de agradecer que sea mejor narrador que escritor, porque los magníficos escritores aburridísimos ya pueblan en exceso el parnaso y necesitamos equilibrar este arte de las historias recordando que narrar es narrar, no sólo escribir, no sólo palabras, y desde luego no es lírica, ni ensayo, es narración narración, a pesar de que no renuncie a reflexiones sobre la vida y la muerte y a melancolía, belleza, nostalgia y emociones.
Otra de las pruebas que defienden a Murakami como narrador popular y oral es la ausencia de técnicas modernas de esas que llamamos vanguardistas o experimentales. Las historias surgen en su narración como siempre han surgido, como pueden encontrarse en los más antiguos poemas épicos, leyendas o romances. Si acaso un flash back siempre para convertir la narración en una profundización oral de la historia. Mucha gente ignora que las narraciones orales que solemos contar -por ejemplo, las anécdotas- solemos comenzarlas por el final, así que Murakami no usa el flash back o las alteraciones temporales en general como un recurso moderno o arriesgado, sino como una forma más de narración oral.
Por supuesto, Murakami no sólo se plagia -se repite literalmente- sino que tiene sus obsesiones -repite variaciones del mismo tema- : la comida, el diálogo abundante, el sexo, la música clásica clásica y clásica pop-rock -el título de Tokio blues es Norwegian wood, título de una canción de los Beatles-. Y sobre todo, sobre todo, sobre todo: la soledad, la inmensa y radical soledad de sus personajes, siempre fuera del común denominador del resto de la humanidad, siempre al borde del suicidio, en el suicidio, en el aislamiento, en la búsqueda de otra solitaria alma gemela. El mundo se ve como desde fuera, los personajes no acaban de meterse en él, no acaban de comprender la vida convencional. Sufren por ello una tragedia continua que les lleva frecuentemente a la muerte, al desprecio de los demás, al aislamiento, a la observación de la vida como un suceso extraño y a la continua introspección.
Un gran narrador que a estas alturas recuerda que la narración más antigua y tradicional todavía tiene muchas cosas que enseñar a los escritores modernos.